CLIODHNA CLIODHNA CLIODHNA Cliodhna era una hermosa diosa irlandesa y Reina de los Banshees, los espíritus femeninos de los Tuatha Dé Danannan. Presidía Otherworl (paraíso celta), por lo que se le asociaba con la luz y la felicidad. Cliodhna era una diosa del amor y la belleza y iba
siempre rodeada por tres pájaros mágicos, cuyos cantos eran tan dulces que podían curar todas las enfermedades. Aquellos que escuchaban sus cantos caían en un sueño profundo y cuando despertaban descubrían que su enfermedad había sido curada. Sin embargo, las leyendas nos hablan de otro aspecto más oscuro de la dia. Cuentan que utilizaba subelleza para seducir a los hombres y atraerlos a la muerte junto a la orilla del mar. Supuestamente, esto es lo que daría lugar a la vieja superstición irlandesa de que es desafortunado ver a una mujer antes de hacerse a la mar. Se dice que un joven mortal aprendió su magia conspirando para matarla, pero ella tomó la forma de un pájaro y escapó.
Se dice que se ahogó en el puerto de Glandore y que el ruido de las olas que ingresan a las cuevas del acantilado cerca de ese lugar se ha llamado Tonn Cliodhna, la ola de Cliodhna. Su ruido es fuerte y repentino y se dice que predice la muerte de algún noble en el Ulster. Cliodhna predijo que, debido a la forma en que fue tratada por los mortales, una gran ola enviada por ella, un día engullirá a todos. Pero fue uno de esos mortales quien causó su caída. Cliodhna
dejó el Otro Mundo
para estar con
su amante mortal Ciabhán. Fue un sacrificio increíble para una Diosa del Otro Mundo permanecer en el reino de los mortales. Un día Ciabhán salió a pescar, Cliodhna permaneció a la orilla del mar, pero fue arrastrada por una ola. Desde entonces, la leyenda irlandesa dice que cada novena ola de una secuencia es la más fuerte, y que se conoce como
"ola de Clíodhna". Quizás una de las leyendas más perdurables de Clíodhna se relaciona con la famosa piedra de Blarney. Mientras construía su castillo en Cork, McCarthy se involucró en dificultades legales y acudió a Clíodhna en su ayuda. En un sueño, ella le indicó que besara la primera piedra que encontrara a la mañana siguiente, y sus problemas se resolverían. McCarthy siguió sus instrucciones y cuando argumentó