RITUAL ESPIRITUS DE LA MONTAÑA Según las creencias Apache, la danza les fue enseñada por los espíritus de la montaña como un medio de curación. Estos Espíritus (Gaan) garantizan el bienestar de los seres humanos, protegiéndolos de las enfermedades y de
sus enemigos. Durante la ceremonia en las montañas, se ponen las máscaras-ritual y el Chaman pinta símbolos sagrados en sus cuerpos. Ocultan sus caras y sus nombres desde ese instante convirtiéndose en la personificación de los Espíritus de la Montaña, en seres sagrados. Los bailarines de la corona poseen la capacidad especial de convocar a estos espíritus. Son un
vínculo entre el mundo sobrenatural y el natural y, a menudo, reflejan esto de manera contradictoria. Parte de su poder se expresa como una "paradoja de la vida". Esta noción de caos se personifica como el " tramposo ", una fuerza destructiva y creativa a la misma vez. Son cinco bailarines , cuatro enmascarados que
representan las direcciones norte, sur, este, y oeste. El quinto danzante es el payaso, encargado de proteger a los demás alejando a los malos espíritus con el sonido de su tarareador (pieza de madera delgada suspendida de una cuerda y balanceada en un círculo). Los danzantes deciden qué símbolos poner en sus coronas. Los símbolos son en honor a la naturaleza, muchas de las coronas
incluyen la cruz apache en referencia a las cuatro direcciones sagradas. Algunos tocados son adornados con plumas del águila (sagrada para los apaches). El relámpago como símbolo sagrado, se pinta sobre sus cuerpos. Los bailarines de la corona son los espíritus de Gaan o de la montaña. Los Apaches creen que el Creador, envió a los Gaan al Pueblo Apache para enseñarles a vivir en armonía.