GIGANTE DE TARAPACA GEOGLIFO
El geoglifo del Gigante de Atacama, es la figura antropomorfa prehistórica más grande del mundo. Ochenta y seis metros de altura mide el Gigante, imagen preincaica dibujada con acumulación de piedras y raspado de terreno en el Cerro Unitas. Esta figura antropomorfa es
la representación de una divinidad realizada por culturas que habitaron la región entre los años 1000 y 1400 d.c. A la derecha del gigante se observa el bastón de mando o báculo, mientras que a la altura de sus rodillas, pueden verse los adornos de pluma que dan cuenta de su jerarquía. Su nombre verdadero es el de el Gigante de Tarapacá. Se supone que la
representación es la de un chamán o yatiri, aunque también puede corresponder a la deidad civilizadora andina Tunupa-Tarapaca, que realizó una travesía desde el lago Titicaca hacia el océano Pacífico. En esa primera edad de las tinieblas, los humanos vivían en lugares baldíos y, por escasez de lugares y tierra, peleaban sin cesar. Apareció entonces Tunupa Y
entre otras cosas les enseñaría el conocimiento de la agricultura, además de ir civilizando pueblos e introduciéndolos en la cultura y el progreso. Los estudiosos debaten sobre si la figura del Gigante representaría a una deidad de culto originalmente tiahuanacota o colla. Para muchos en la versión más popular sería el propio Wiracocha, impresión sostenida
por el tocado que lleva en su cabeza y que es muy parecido al que luce el Dios de la Puerta del Sol de Tiawanaco. La interpretación que más se repite sobre la identidad del personaje es la de Tunupa-Tarapacá, una de las divinidades más antiguas de los aymarás. Este misterioso personaje equivaldría a
un profeta o enviado que algunos incluso superponen o asocian como presencia suprema a la figura de Wiracocha. Otras leyendas colocan a ambas deidades como adversarios, quizás reflejando el conflicto entre sus respectivos cultos, pues se cree que el reinado mitológico de Tunupa podría ser anterior y que el de Wiracocha vino a asentarse sobre el suyo
asimilándolo. Según el mito contado entre las comunidades sobre la creación del mundo, al comenzar la mítica Edad Pacha Purisim, Tunupa era uno de los tres sobrevivientes de la anterior época, con los que Wiracocha refundaría la humanidad. Junto a Tahuacapac, Tunupa fue escogido para recuperar el Universo,
viajando ambos a la Isla del Sol del Lago Titicaca. Sin embargo, Tahuacapac desobedeció al dios supremo y fue castigado, siendo atado a una balsa de totora abandonada en el enorme lago, la que se perdió en los torbellinos del río Desaguadero. Quizás su mito se mezcle con el de Tahuacapac, pues se asegura en
cierta tradición que tuvo el mismo destino que éste, y que lo ataron a una balsa y también lo arrojaron a las aguas del Titicaca, donde desapareció perdiéndose para siempre. No obstante, Tunupa ronda en algún lugar de la memoria de aquellos desiertos y pampas, conservándose allí parte de su recuerdo y los enigmas que forman parte de su vieja leyenda.